Sumergido entre un eterno valle de grandes pinos y un sinfín de arroyos que lo resguardan como solo se hace con la tierra prometida, encontramos a Oxapampa a unos 380 km de Lima. Una tierra paradisíaca donde la naturaleza y el hombre conviven en perfecta armonía, haciendo de este maravilloso lugar el mejor ambiente para vivir una experiencia definitivamente diferente. Sublime. Estar en Oxapampa es, literalmente, hacer explotar los sentidos.
El nombre de Oxapampa proviene del quechua “ocsha” que quiere decir paja y “pampa” que significa llanura, términos que hacen referencia a una geografía que desde los tiempos de colonización no ha sufrido modificaciones importantes. Observado desde la periferia la ciudad es un calco de una aldea alemana. Su influencia es inobjetable. El estilo urbanístico es predominantemente alemán.
Oxapampa lo tiene todo
Unos kilómetros antes de llegar, al amanecer, gotas de lluvia empapan las ventanas del bus que partió de Lima hace tan solo 09 horas. Afuera llueve ténuemente, mientras un caudaloso río nos habla a pocos metros. El olor a tierra mojada, el petricor, que se envuelve en el aire te hace sentir ser parte de ese natural espectáculo. A pocos minutos de llegar a la provincia se puede contemplar ganados saludables que pastan en una inmensa pradera que solo limita con la montaña. Justamente, la ganadería y sus derivados son uno de los sectores que más ingresos económicos le produce a la provincia. Aunque su principal benefactor es sin lugar a dudas el turismo. Oxapampa tiene una de la Reserva de Biósfera más grande del planeta llamada: Oxapampa – Asháninka- Yanesha. Este idílico lugar es el refugio de unas 600 especies de orquídeas y unos 5,000 tipos de flora vascular.
Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el Parque Nacional Yanachaga Chemillen, cuyo extensión de terreno se encuentra comprendido dentro de la reserva, afirma que este espacio natural es hogar de al menos 127 especies de mamíferos, 321 especies de aves, 71 especies de peces y 306 especies de mariposas, entre otras. Se han podido registrar más de 10,000 especies de plantas, de las cuales 50 son endémicas.
Instalarse en Oxapampa es algo extraño. No hablo de buscar un sitio para hospedarte o un restaurante donde desayunar. Los hay baratos, buenos y limpios. Me refiero a que es muy extraño encontrarte en su Plaza de Armas y a su alrededor toparte con una iglesia construida completamente a base de madera, al igual que su Poder Judicial. Ambas obras de una estética arquitectónica deslumbrante. Y su plaza, invadida de árboles gigantes y magnolias que despiertan con el sol de la mañana la convierten en un lugar irreal. Es un espectáculo que impacta y que súbitamente te hace adquirir sentimientos elevados.
Oxapampa lo tiene todo. Belleza urbanística; en su totalidad sus casas están construidas a base de la madera de pino. Tienen el estilo Alemán-Austriaco, con un atrio en la parte superior, dos ventanas a los lados y el tejado en forma de cono. El estilo lo instauraron sus primeros colonos, personas alemanas y austriacas que en 1857 arribaron al Perú debido a la álgida crisis que se sucedía en Europa. Siendo una ciudad ubicada en la ceja de selva, se encuentra a 1.814 m s. n. m., la lluvia y el sol son estados inherentes a este lugar. La prevención pluvial es importante y debido a este factor es que todas las pistas que conforman su engranaje cuentan con un pequeño declive para que agua fluya fácilmente y así evitar las inundaciones.
Las ciudades son el fiel reflejo de sus habitantes, suele ser un axioma que encaja perfectamente en el perfil de la provincia de Oxapampa. Una urbe surrealista que se ubica a la vanguardia de las del resto del país. Aquí el orden, la limpieza, la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible son sus principales mandamientos.